La prohibición de los autos de combustión interna

En 12 años más se prohibiría la venta de automóviles nuevos con motor a combustión de cualquier tipo. Suena loco, ¿no?,  es una propuesta que se deslizó hace algunos días desde el mundo político alemán, país en el que se concentra la mayor producción de automóviles en Europa.

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En realidad la propuesta que se lanzó al Parlamento europeo, tiene que ver con el incentivo del automóvil eléctrico. La prohibición en teoría es imposible, ya que 12 años es algo así como una generación y media de modelos, por lo que el desastre industrial seria de proporciones en el mundo motor. La propuesta se lanzó desde el Bundesrat, que es una parte del Parlamento alemán, y no es una medida concreta y acordada por el mundo político completo.

Por estas razones, nadie en la industria automotriz se pronunció al respecto, ya que la medida en realidad busca incentivos tributarios para el uso de automóviles eléctricos, así, el avance a la baja de emisión de CO2 sería mayor

El escándalo de VolksWagen tiene que ver

En el viejo continente, durante años reinó el automóvil diesel, pero luego del “dieselgate” de VolksWagen, el mundo entendió que no era el camino correcto. El diesel no era la solución y desarrollar motores que cumplan una norma cada vez más estricta, es demasiado caro. El motor diesel comenzó su retirada del mundo automotriz, y las propuestas de motores a gasolina más eficientes y pequeños son cada vez mejores.

El problema, es que como planeta, estamos al borde del abismo en el cambio climático, y se necesitan acciones un poco más fuertes que sólo castigar una mentira de emisiones. Pero en la realidad, el mundo motor no representa más de 1/6 del problema de las emisiones. En la misma Alemania, la emisión de CO2 del parque automotriz es menor al 20%, por lo que la prohibición de la venta de automóviles a combustión no suena racional del todo. Sí, es parte del problema, pero no el fondo.

La propuesta en concreto

“evaluar la efectividad de las medidas fiscales y de contribución reciente de los estados miembros en la promoción de la movilidad eléctrica (…) para que en 2030 la Unión Europea cuente sólo con coches de emisiones cero”, si bien los coches de combustión interna podrán seguir circulando.

Es un llamado a la atención y no una medida prohibitiva concreta como han alarmado los medios de comunicación. La oferta de modelos eléctricos e incluso híbridos, es aun muy tímida, casi reservada para modelos de lujo, por lo que establecer una prohibición en tan corto tiempo no daría espacio para un desarrollo, pero un incentivo sí marcaría el camino para que las marcas pusieran más fichas en la emisión cero.

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